Una de las propuestas más repetidas por Gustavo Petro a lo largo de la campaña presidencial es su oferta de educación pública gratuita. Lo ha dicho en Twitter, en la plaza pública y recientemente en los debates presidenciales.
La visión de Petro sobre la educación tuvo su momento álgido la semana pasada en una manifestación pública en Piedecuesta, Santander, en donde aseguró que 300.000 jóvenes no pueden ingresar a la universidad. Para el candidato entre las personas que no pueden seguir una carrera universitaria “unas terminan en el embarazo, empobrecidas; otros terminan huyendo del país, terminan en los ejércitos privados del narcotráfico, o buscando un puesto en la Policía o en el Ejército”.
Durante el debate de RCN y NTN24, frente a la pregunta sobre la educación Petro reiteró que “para que sea un derecho, la educación debe ser de calidad, pública y gratuita”.
El candidato, para justificar su oferta de educación superior gratuita, puso de ejemplo lo que hizo en la Universidad Distrital. “De acuerdo a mi experiencia como alcalde, porque lo intentamos hacer en la Universidad Distrital, donde logramos gratuidad total, nos vale 7 billones de pesos al año”.
Esto no es literalmente cierto porque esa Universidad aclara, en una carta enviada a Colombiacheck.com, que si bien es una de las instituciones de educación superior más baratas del mercado, los estudiantes sí tienen que pagar un monto que se calcula de acuerdo “con los datos socioeconómicos aportados por los aspirantes”.
Los rangos van desde la más baja del estrato 1 de $68.500 hasta el estrato 4 de $736.000.
Pero, más allá de su propuesta y de su polémica frase que generó el rechazo de los militares y policías retirados, el candidato no explica a sus seguidores y al país que la educación pública gratuita ya existe en buena parte del territorio colombiano y está consagrada en el artículo 67 de la Constitución Política.
En ese aparte se establece que “la educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos”.
El experto Alfredo Sarmiento, director de la Misión Calidad para la Equidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), le explicó a Colombiacheck.com que la gratuidad ya funciona en el país desde el primer grado de preescolar hasta noveno grado, en todas los colegios públicos.
Es decir, para alcanzar su propuesta a Petro solo le faltaría extender la gratuidad a dos cursos más para que los estudiantes puedan graduarse de bachilleres (11 grado) sin costo, en todo el país.
A lo dicho por Petro, Sarmiento aclaró que en varias ciudades capitales, como Bogotá, Cali y Medellín, la educación pública gratuita ya cubre toda la primaria y el bachillerato, pero es cierto que en las medianas y pequeñas la totalidad de los grados no está cubierta porque “depende de los recursos otorgados por las gobernaciones a los municipios”, explicó el experto.
En este sentido, la propuesta de Petro también tiene vacíos. Uno de ellos es ¿cómo va a lograrlo? Al verificar su programa y consultar a su campaña, voceros del candidato respondieron por correo electrónico que su idea está enfocada en financiar la educación superior. “Se busca aumentar el presupuesto de 3,6 a 14 billones anuales”, se lee en el correo, una afirmación que el exalcalde de Bogotá ya había realizado a través de sus redes sociales.
Alguien que llama a los campesinos vagos y que cree que no es posible elevar el presupuesto a la educación superior de 3.6 a 14 billones anuales de un presupuesto total de 240 billones anuales. Es cuestión de priorización amigo. https://t.co/ZLB3z0sKM1
— Gustavo Petro (@petrogustavo)
Los recursos provendrían de la “eliminación de exenciones tributarias, reforma y redistribución del gasto público”.
Sin embargo, para lograrlo en Colombia, con el presupuesto actual, tendrían que subirse los impuestos, pues “el recaudo tributario (actual) de Colombia no da para eso”, agrega Sarmiento.
Según el informe de Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2018 presentado por la Ocde, el recaudo tributario de Colombia en 2016 fue del 19,8% del PIB; mientras el promedio de ingresos por impuestos en Latinoamérica es del 22,7%, y el de la Ocde, de 34,3 %. El IVA es el impuesto que más impulsa el recaudo en la región.
Ciertamente las propuestas de subir impuestos son bastante impopulares, y si bien Petro no lo ha mencionado, esta parecería la forma que tendría que implementar para alcanzar la gratuidad en la educación superior.
La otra fórmula
La propuesta de Petro tiene otra arista. La otra manera de financiar la educación superior gratuita, de acuerdo con lo dicho en el correo de la Colombia Humana, será a través de recortar el gasto a las Fuerzas Militares. “El gasto en FFMM se optimizará y se dedicará una porción a la inversión en educación”.
Según el Ministerio de Hacienda, el presupuesto general para 2016 fue de 215,9 billones de pesos. De ahí, el 18,6% (31 billones de pesos) fue destinado a la educación, el rubro con mayor participación dentro del presupuesto. En el segundo renglón se ubicó el sector defensa, que para el mismo año contó con 30 billones de pesos (participación del 17,9%).
Datos de la oficina de planeación del Ministerio de Defensa, muestran que en 2014 se destinaron 27,7 billones de pesos para el sector, de los cuales 10,5 billones se dirigieron a las Fuerzas Militares.
Es decir, que si Gustavo Petro en su propuesta educativa pretende pasar de 3,6 a 14 billones de pesos, tendría que reducir en gran medida la financiación a las Fuerzas Militares y aumentar, en igual medida, los impuestos para lograr gratuidad únicamente en el nivel superior. Haría falta ver cómo consigue la gratuidad total en los demás niveles.
A pesar de que las cuentas no cuadren y no se tenga muy claro de dónde sacar la plata, lo cierto es que Colombia sí necesita contar con educación gratuita; pues es esta la más rentable de todas las inversiones y ayuda a cerrar brechas, no solo socioeconómicas, sino también de género.