Según Roy Barreras, precandidato a la presidencia y actual senador del Partido de la U, mil es la cifra de vidas que se han salvado gracias al proceso de paz con las Farc en el último año.
“Es un proceso que salva vidas y que trae mucha esperanza, porque este ha sido un país huérfano de Estado 200 años, la paz es una esperanza para que por fin llegue el Estado al territorio y a las familias y hay que salvar la paz, esto salva vidas todos los días. Mil muertos menos solamente en el último año”, aseguró en el programa
“Es un proceso salvador de vidas; vamos mil vidas solo en el último año”@RoyBarreras en #LoraHora20 https://t.co/rfY0qQfBJt
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Colombiacheck contactó al senador Barreras por whatsapp para preguntarle en qué fuente basa esa cifra y cuál era el periodo preciso al que se refería, pero hasta la publicación de este chequeo no hemos obtenido respuesta.
Después de revisar varias cifras Colombiacheck califica la frase de Barreras como aproximada.
“En el año 2012 se presentaron 4.114 homicidios en 281 municipios, donde las Farc y el conflicto era intenso, hoy esos homicidios han caído a 3.157, más de mil vidas se han salvado como resultado del proceso que se está consolidando”, aseguró el vicepresidente Óscar Naranjo en abril pasado durante la presentación del informe Cómo va la paz, declaración que resaltó el periódico El Nuevo Siglo.
Colombiacheck revisó dicho informe realizado por la plataforma ciudadana La iniciativa: unión por la paz, y encontró un mapa con las cifras que dio Naranjo, pero al calcular la diferencia de los casos registrados entre 2012 y 2016 encontramos que son 957 casos menos y no más de mil como asegura el vicepresidente.
No se trata de despreciar la cifra, pues es un gran avance en un país donde los asesinatos cometidos por las Farc eran noticia diaria, se trata de pedirles precisión a los líderes de opinión, en este caso a Naranjo y a Barreras, sobre un asunto tan delicado y que ha generado tanta polarización como los beneficios del proceso de paz.
Otras cálculos
Según el octavo reporte del Monitor del cese al fuego bilateral y de hostilidades del Centro de Recursos para el análisis de conflictos, Cerac, publicado el pasado 2 de mayo “en lo corrido del proceso de paz han dejado de perderse por lo menos 2.670 vidas de personas en acciones directas del conflicto armado con las Farc, de las cuales por lo menos 547 vidas no se han perdido debido al conflicto durante el cese bilateral”.
Un artículo publicado por ese Monitor el 17 de diciembre de 2015 titulado El proceso de paz con las Farc salva vidas calculaba que en tres años de negociación entre el Gobierno y esa guerrilla, se habían prevenido al menos 1.500 muertes.
Para calcular la prevención de muertes en las negociaciones entre el Gobierno y las Farc, Cerac comparó el promedio histórico diario de muertes durante el conflicto (1984 hasta el 17 de octubre de 2012 -un día antes del inicio de la fase pública del proceso-), frente al promedio diario de número de muertes durante el proceso de paz (a partir del 18 de octubre de 2012).
Hay que recordar que la fase pública de negociaciones entre el Gobierno y las Farc empezó en octubre de 2012.
Si a las 2.670 vidas que se han salvado hasta ahora según el penúltimo reporte del Monitor, restamos el cálculo de diciembre de 2015, nos da 1.170, cálculo que abarca un poco más de un año. La cifra es aproximada a las mil vidas de las que habló Barreras.
“Si se compara con el período de implementación de la Política de Seguridad Democrática (agosto 2002-octubre 2012) no sólo habrían muerto 1.572 combatientes menos, sino que también se ha preservado la vida de 499 civiles. Incluso, durante las negociaciones quedaron heridos 473 civiles menos en eventos de conflicto”, señala el informe.
El Cerac resalta además una reducción mayor “al comparar con el conflicto durante los dos periodos presidenciales del Gobierno Uribe, así como con la etapa de recrudecimiento de la guerra (1996-2002): frente a dichos periodos, se previno la muerte en eventos del conflicto de 3.073 y 3.060 personas, respectivamente”.
En su columna del pasado 2 de junio el periodista Álvaro Sierra se pregunta: “¿Alguien se ha puesto a calcular lo que representa en beneficios para el país que las Farc dejen de existir? No solo para la Colombia rural, que ha padecido los efectos de la guerra y la falta de solidaridad de la Colombia urbana, sino para las clases medias de las ciudades, que han pagado con impuestos la guerra”.
Tal parece que la paz, como la guerra, son difíciles de cuantificar con exactitud, lo cierto es que muchos de los beneficios de que la principal guerrilla del país está dejando las armas ya se perciben en hechos mucho más tangibles que los números, sobre todo en las regiones, donde, evidentemente, hay menos muertos. Y cada muerto, si bien se puede contar, no es un número sino un drama.