Luego de múltiples acusaciones, retractaciones y opiniones respecto a uno de los mayores escándalos de corrupción en el continente: el caso Odebrecht, Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, dio a conocer a los medios de comunicación varias propuestas para una eventual reforma política.
Los planteamientos de Cristo, en buena medida, lograron un viraje del discurso público y que la opinión pública dejara de hablar de los sobornos de Odebrecht que han salpicado a las campañas por la presidencia de Colombia en 2014, tanto la de su jefe político, el presidente Juan Manuel Santos, como la de su mayor contendor, Óscar Iván Zuluaga del Centro Democrático.
Varios de los miembros del Centro Democrático, partido de oposición, señalaron que las propuestas de Cristo eran cortinas de humo para tapar el escándalo que tocó las fibras del presidente.
Santos distrae con #ReformaPolítica, para que olvidemos que financió su campaña con 1 millón de dólares de Odebrecht.
— Álvaro Hernán Prada (@ALVAROHPRADA) 17 de febrero de 2017
Anticipando las críticas, el Ministro Cristo dijo que la reforma se basa en un mandato del Acuerdo Final de La Habana que quedó explícito en el punto dos de participación política el cual “plantea que hay que reformar el sistema político colombiano”. Colombiacheck no encontró una referencia literal en el Acuerdo Final pero sí halló un párrafo que permite sustentar su tesis, por eso califica su afirmación como aproximada.
Y aunque no podemos determinar la intención del Ministro al hacer tan importante y polémico anuncio, por la complejidad de sus planteamientos es indiscutible que abrió otro frente de debate en el discurso público colombiano sobre cómo debería ser la próxima reforma política.
¿Cuestión de maquillaje?
Cristo propuso eliminar la figura del vicepresidente, permitir que el voto electoral sea desde los 16 años y obligatorio, ampliar a un año más el periodo presidencial (eliminando la reelección), listas cerradas al Congreso, volver a a la figura de la Constitución de 1886 del designado por el Congreso de la República, que el Estado se ocupe de financiar las campañas electorales, entre otras iniciativas.
El principal argumento que dio Cristo para lanzar su propuesta fue que el punto dos del Acuerdo Final negociado en La Habana, el de la participación política, “plantea que hay que reformar el sistema político colombiano”, una tesis que respaldó al enfatizar que “el proceso de paz no puede servir única y exclusivamente en materia política para crear el partido de las Farc o financiarlo. Tenemos que ser conscientes que hay que ir más allá".
Todas las propuestas de hoy tienen que ver con el #AcuerdoDePaz cuyo objetivo es fortalecer el sistema político #REDFormaPolítica
— Juan Fernando Cristo (@CristoBustos) 16 de febrero de 2017
Colombiacheck buscó al Ministro del Interior para conocer en qué parte del punto dos del Acuerdo Final se plantea una reforma al sistema político colombiano y una de sus voceras nos indicó que lo argumentado por él lo podíamos encontrar en las páginas 36, 37 y 38 del texto negociado en La Habana.
Este medio buscó en dichas páginas y no encontró ningún párrafo que de forma literal indique que el sistema político colombiano debe ser reformado. Es más, Colombiacheck buscó la palabra “reforma” en todo el texto del Acuerdo Final y dicha palabra (sumando reforma y reformas) solo aparece una vez en el punto dos. Está en la página 53 bajo el título: “Reforma del régimen y de la organización electoral”.
Por lo demás, la palabra “reforma” está 65 veces en el Acuerdo Final pero en cuanto al punto dos solo aparece una vez, lo que representa un 1.5% del número de veces que la palabra se registra en el acuerdo.
¿Por qué sustenta Cristo que su reforma política viene de La Habana?
Es evidente que el punto dos del Acuerdo Final no plantea explícitamente “que hay que reformar el sistema político colombiano”, sin embargo, hay un párrafo que le sirve de salvavidas al Ministro y que aparece en unas de las páginas que refirió su vocera, la número 37.
“Para cumplir con todo lo anterior, se harán las revisiones y los ajustes institucionales necesarios que conduzcan a una plena participación política y ciudadana de todos los sectores políticos y sociales, y de esa manera, hacer frente a los retos de la construcción de la paz”.
Vale la pena acotar que “todo lo anterior” se refiere a un conjunto de consideraciones e ideas que el Gobierno y las Farc acordaron sobre materia de participación política y apertura democrática en las páginas 35 y 36.
En síntesis, el texto no es específico en cuanto a que es imperioso hacer una reforma política pero sí exhorta a hacer revisiones y ajustes institucionales para una plena participación política. Además, el punto dos dio los primeros pasos de una reforma política porque aborda temas como el estatuto de garantías para la oposición, garantías de seguridad, una participación ciudadana en los medios comunitarios y demás, una promoción del pluralismo político, control y veeduría ciudadana, reforma al régimen de organización electoral, entre varios temas.