Cuando le preguntaron a Sergio Fajardo cuál era su apuesta para desarrollar el sector agrario en Colombia, el aspirante a la presidencia por la Coalición Colombia respondió que se debía llegar y entender a las comunidades del campo y en especial a las mujeres. “Las personas más pobres de Colombia son las mujeres rurales. Las más pobres de la pobreza absoluta”, sentenció.
Esta frase la pronunció el candidato
Para lanzar esta afirmación, el equipo de Fajardo se basó en la Tasa de incidencia de pobreza según características del jefe del hogar del Departamento Administrativo Nacional de Estadística - DANE- en 2016 en la que el porcentaje de pobreza de las mujeres en zonas rurales es de 41,9% frente al 37,6% de los hombres. Lo que deja de conclusión que las mujeres son más pobres que los hombres con una diferencia de 4.3% puntos porcentaules.
Hay que aclarar que luego de que Fajardo llamara la atención sobre la pobreza de las mujeres en el campo el DANE publicó las cifras de pobreza correspondientes a 2017 que indican que en “Centros poblados y rural disperso las mujeres jefes de hogar tienen un 40,4% de incidencia de pobreza monetaria y los hombres un 34,7%. La diferencia es de 5,7 puntos porcentuales, más alta que en 2016.
Según el DANE, en Colombia hay dos metodologías para medir la pobreza: la Monetaria, que se refiere a la capacidad de adquirir los productos y servicios de una canasta básica, y la Pobreza Multidimensional que evalúa cinco dimensiones: condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y la juventud, trabajo, salud y acceso a servicios públicos y condiciones de la vivienda.
Consultamos al Área de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Manizales para saber si las cifras utilizadas por el equipo de Fajardo eran las más adecuadas para medir la pobreza de las mujeres en el campo colombiano. Ellos usaron los datos de una medición distinta, la Gran Encuesta Integrada de Hogares sobre pobreza monetaria del DANE (2017), para sacar conclusiones y encontraron que la mayor incidencia de pobreza monetaria se presenta para las mujeres en el campo, alcanzando un 37,63% de incidencia. “A pesar de esto, la diferencia no es muy alta entre la incidencia para los hombres y las mujeres en el área rural, siendo mayor en 3,15 puntos porcentuales para las mujeres”, indicaron.
Los economistas de la Cámara de Comercio de Manizales señalaron que las dos mediciones son válidas (la que usó el candidato y la que usó el equipo) y se pueden contrastar mientras correspondan al mismo año.
Aunque en las dos estadísticas la diferencia entre hombres y mujeres es poca, lo que es preocupante es que la condición de pobreza de la mujer aumenta en la medida en que sea la que mantiene el hogar y aún más si vive en el campo, como planteó el candidato Fajardo. “Ahí sí se ve una diferencia ligeramente mayor y preocupa porque son las responsables de llevar los ingresos a los hogares”, indicó el equipo de analistas consultado por Colombiacheck.
La pobreza de la mujer campesina que es cabeza de familia también se ve reflejada en que son las que menos tienen acceso a la tierra. Un estudio de Oxfam llama la atención que en el campo colombiano solo el 26% de las unidades productivas están a cargo de mujeres. A esto se le suma que cuando poseen predios son de menos de 5 hectáreas, “con menor acceso a maquinaria, crédito y asistencia técnica”, subraya el estudio de la oenegé británica.