Al conocerse la noticia de que el Gobierno y las Farc firmaron el 23 de junio en La Habana el acuerdo definitivo sobre el fin del conflicto, RCN Radio consultó la opinión de líderes de los partidos políticos sobre ese avance en los diálogos de paz.
En representación de Cambio Radical habló Rodrigo Lara, director del partido. Dijo que recibía la noticia con satisfacción, pero cuando le preguntaron que si había algo que le inquietara al respecto puso como ejemplo a Caquetá.
Aseguró que aunque allí las Farc no han vuelto a disparar desde que anunciaron que cesaban sus hostilidades, en ese departamento el narcotráfico y la extorsión, delitos en los que ese grupo armado ha participado, se han intensificado desde ese momento.
“Tenemos que estar muy atentos, porque el cese bilateral no puede significar el cese por parte del Estado de su obligación de combatir el narcotráfico y la extorsión. Esta es una frontera tenue y es un trabajo complejo para el Gobierno”, llamó la atención.
Colombiacheck le solicitó a Javier Contreras, jefe de prensa de Lara, una entrevista con él para saber en qué basaba su afirmación sobre los aumentos en ambos delitos. La primera solicitud se hizo el 5 de julio y aunque se insistió en tres ocasiones a lo largo de tres semanas, no la concedieron.
Para establecer un punto de comparación Colombiacheck tomó como referencia el 17 de diciembre de 2014, fecha en que las Farc anunció el cese unilateral al fuego y a las hostilidades por tiempo indefinido, ya que el grupo decretó varios ceses temporales ese año.
El narcotráfico
Revisamos las cifras del más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), conocido el pasado 8 de julio en el que Caquetá aparece como el quinto departamento con mayor extensión de cultivos de coca con 7.712 hectáreas con corte a 2015.
Encontramos que, si bien los cultivos aumentaron en 2015, el incremento fue mayor en 2014. Ese año hubo en el departamento 2.220 hectáreas de cultivos ilícitos más que en 2013. Subieron en un 51%. En 2015 se registró un incremento de 1.170 hectáreas, para un 17% de incremento.
Hay que anotar que el informe llama la atención sobre que en Colombia los cultivos de coca pasaron de 69.000 hectáreas en 2014 a 96.000 hectáreas en 2015, lo cual arroja un incremento del 39% en total.
Es importante también tener en cuenta que el aumento de 2014 fue el más alto desde 2009.
Al comparar los informes de Unodc de 2014 y 2015 se evidencia que las incautaciones de droga también aumentaron. Por ejemplo, en la categoría de hoja de coca, la materia prima para procesar cocaína, los resultados crecieron en un 139% al pasar de 14.832 kilos en 2014 a un total de 35.564 kilos en 2015.
Además, los decomisos de base de coca subieron un 53%. Pasaron de 1.143 kilos a 1.742. Finalmente, las incautaciones de clorhidrato de cocaína aumentaron en 58%, pasando de 17 a 27 kilos.
Para Daniel Rico, experto en política antinarcóticos, varias fuentes indican el incremento de los cultivos ilícitos, pero esto no se debe solo a la influencia que las Farc tienen en el negocio sino a razones tan variadas como la caída del precio del oro que hizo que muchos de quienes se dedicaban a la minería ilegal se dedicaran a cultivar coca. A la fluctuación en la tasa de cambio que generó un incremento en los precios en la zona y a la inminencia de la concreción del proceso de paz que hace que otros actores cultiven más, entre otras razones.
“Hay mandos medios de las Farc que están mirando cómo generar una mayor cantidad de ganancias antes de que se firme la paz y no haya negocio, pero eso no tiene que ver con la tregua, eso es un factor de la organización”, aseguró el experto.
¿Y la extorsión qué?
Cifras del Ministerio de Defensa indican que las denuncias de extorsión en Caquetá subieron en un 23% entre 2014 y 2015 al pasar de 88 casos a 109.
La Fundación Paz y Reconciliación ya había advertido en un informe titulado “Lo que hemos ganado”, sobre el accionar de las Farc en 2014, que este grupo había ampliado la población a la que extorsionaba en las zonas donde usualmente lo hace.
“Por ejemplo, en varias zonas del Caquetá solo personas que contaran con más de 50 cabezas de ganado pagaban extorsión, en la actualidad lo hacen los que tengan más de 10 cabezas de ganado. Vale la pena aclarar, que esta situación varía de una zona a otra, o de un frente guerrillero a otro. Así por ejemplo en el departamento del Caquetá, las zonas donde opera la Teófilo Forero la extorsión se cobra a las personas con más de 10 cabezas de ganado; y en las zonas del frente 14 y 15 la cifra se encuentra en aquellas personas que tengan más de 50 cabezas de ganado”, señala el documento.
En febrero de 2016 el alcalde de San Vicente del Caguán, Caquetá, le envió una carta al presidente Juan Manuel Santos en la que le solicita fortalecer las estrategias para combatir la extorsión ya que la situación era grave allí y culpaba a las Farc, que según el mandatario local, ganan alrededor de $89.000 millones anuales con esta actividad.
Rico llamó la atención también en este punto, pues aunque aclaró que esta es una fuente de recursos más importante para las Farc que el narcotráfico, aseguró que “en el país no hay estudios serios sobre el impacto de la extorsión y hay que tener en cuenta que hay otros grupos dedicados a ese mismo negocio ilegal, y quiénes usan el nombre de las Farc para extorsionar”.
Partiendo de las cifras y de la explicación del experto, calificamos la afirmación de Lara sobre el aumento del narcotráfico como aproximada porque ambos delitos han crecido, pero no solo por el accionar de las Farc en la zona.