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Vuelve el poder a los Sánchez del Chocó

Clan Sánchez Montes
Además de contratistas de la Gobernación, entre los aportantes de Astrid Sánchez Montes de Oca hay cuestionados e inhabilitados por malos manejos en cargos públicos. Su regreso al Senado implica el retorno de la hegemonía familiar que alcanzó a tambalear con las investigaciones por parapolítica y corrupción de los otros dos miembros del clan.
Por Luisa Fernanda Gómez

La historia del clan que gobierna en el departamento del Chocó se remonta a los tiempos del Frente Nacional (1954-1974), cuando Ramón Lozano Garcés creó el Movimiento Liberal Popular.

Rafael Sánchez, quien entonces era director de una escuela rural en Samurindó, corregimiento de Quibdó, lideraba el movimiento en ese pequeño territorio y se hizo gran seguidor del lozanismo. Gracias a esto, Sánchez logró ser diputado de la Asamblea Departamental del Chocó, al igual que lo fue su mujer, Luz Marina Montes de Oca.

Años más tarde, tras el paso de Rafael Sánchez por el Congreso (fue representante a la Cámara entre 1960 y 1962 y Senador en los períodos 1970-1974 y 1974-1978), su hijo mayor, Odín, consiguió un asiento en el Concejo de Quibdó en 1992 y luego fue diputado entre 1998 y 2002.

En 2001, su otro hijo, Patrocinio, fue elegido alcalde de Quibdó. Ahí comenzó a concentrarse el poder del Chocó en las manos de los Sánchez Montes de Oca.

Seis años más tarde, en 2007, Patrocinio se presentó a la Gobernación de Quibdó y fue elegido para el periodo 2008-2012. Pero en 2010 se retiró del cargo y fue condenado por corrupción.

Un año después, Odín fue condenado a nueve años de cárcel por concierto para delinquir por vínculos con paramilitares. La Corte Suprema de Justicia encontró que Sánchez realizó pactos con las autodefensas de Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’.

En 2010, Astrid, hermana de Odín y Patrocinio, se lanzó como candidata al Senado para recuperar la curul de su hermano mayor, pero no lo logró y, además, por esta campaña fue acusada de uno de los mayores fraudes electorales de la historia del país. Según las investigaciones que se adelantaron en su momento, “le ‘aparecieron’ más de 11.000 votos y hay irregularidades en los formatos electorales que la benefician”, como reportó la revista Semana.

Aún así, Astrid terminó consiguiendo la curul en el Congreso en 2012 como reemplazo del exsenador Eduardo Merlano, quien perdió la investidura por tráfico de influencias.

Después de estos escándalos, los Sánchez Montes de Oca dejaron de ganar elecciones en cuerpo propio, pero el clan consiguió mantenerse en el poder a través de alianzas estratégicas. Una de esas fue “con Jhoanny Palacios, actual gobernador de Chocó, quien les entregó la Secretaría de Salud, la Secretaría Jurídica de la Gobernación y la de Bienestar Social”, según La Silla Vacía.

Pero el poder de los Sánchez Montes de Oca acaba de resucitar con la curul que consiguió en el Senado, nuevamente, Astrid, en las pasadas elecciones de marzo.

¿Cómo financió su campaña?

Según el aplicativo Cuentas Claras del Consejo Nacional Electoral, Astrid Sánchez Montes de Oca, única candidata al Congreso por este clan, registró siete aportantes que le dieron a su campaña un total de 98’400.000 pesos.

Uno de ellos fue su hermano Patrocinio, quien, además de sus líos con la justicia, tiene dos sanciones disciplinarias relacionadas con la Gobernación del Chocó. Como esto no representa ningún impedimento para hacer donaciones a la campaña de candidatos, le dio a su hermana 18 millones de pesos.

De los otros seis aportantes, cuatro tienen contratos con el Estado. El primero de ellos, Harvis Arturo Rentería Rivas, fue secretario de Hacienda del Chocó durante la Gobernación de Patrocinio. La Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó por 18 años a Rentería por abuso de la función pública, ya que se encontró que expidió tres resoluciones que autorizaban a una empresa comercializadora a distribuir bebidas alcohólicas en el departamento a través de puntos de venta en puertos y aeropuertos del departamento. Y, además, exoneró a la comercializadora del pago de impuestos.

En 2016, sin embargo, Rentería suscribió un contrato con el Ministerio del Interior con el objeto de prestar servicios para “orientar a las autoridades territoriales en la implementación de acciones necesarias para mitigar o prevenir los riesgos de violaciones a la vida, integridad, libertad y seguridad personal de los grupos poblaciones ubicados en el municipio de Alto Baudó”, por una suma de 21’600.000. Para la campaña al Senado de Astrid, Rentería hizo una contribución de 40 millones de pesos.

Por otro lado, John Hamiltong Hinestrosa Have, quien aportó a la candidata 5’800.000 pesos, suscribió dos contratos, en 2016 y 2017, con la Gobernación del Chocó con el objeto de prestar servicios profesionales de contaduría pública, por un valor total de 20 millones.

En 2017, Leider Yecid Leudo Mosquera, quien dio a la campaña de Astrid 10 millones de pesos, suscribió un contrato con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con el objeto de prestar servicios de como operador del parque automotor con que cuenta la Entidad, por una cuantía de 9’400.424.

Y el último de los aportantes con contratos estatales es Lorain Abril Valdés, quien suscribió un contrato con la Gobernación del Chocó en 2017, con el objeto de prestar servicios profesionales como licenciada en pedagogía infantil por un valor de 7’500.000. También le dio a la candidata la suma de 10 millones de pesos.